Un mensaje de amor y liberación para recordarte lo que ya habita en ti
Hay momentos en los que el alma necesita recordarse a sí misma cuánto ha caminado, cuánto ha crecido y cuánto merece vivir en libertad.
Esta carta la escribí inspirada en un mensaje que tocó mi corazón, y la adapté desde mi esencia como mujer medicina, terapeuta del alma y eterna aprendiz de los ciclos.
Es un regalo para ti… para que la leas como si fuera tu alma hablándote al oído.
Si resuena contigo, tómala, hazla tuya, y compártela con quien lo necesite.
Amada mía,
Has caminado por sendas profundas,
atravesado umbrales que sólo tu Alma comprendía.
Cada experiencia, cada prueba, fue un maestro disfrazado de desafío.
Las recibiste con el corazón abierto,
y hoy, ese corazón brilla con más fuerza que nunca.
Es momento de honrar todo lo que transitaste.
Agradece cada herida, cada caída, cada lágrima.
Todo te trajo hasta aquí.
Pero ya no es necesario seguir cargando.
Suéltalo. Déjalo volar como hojas al viento.
Tu Alma ya aprendió lo que necesitaba.
Ahora, mírate:
eres más sabia, más paciente, más tú.
Reconócete, celébrate.
Ya es tiempo de vivir con libertad,
desde la verdad de tu ser, desde el gozo de tu autenticidad.
Camina ligera, con amor y confianza.
Lo peor ya pasó.
Lo mejor… apenas comienza.
Con todo mi amor,
Yo Soy, Yo Soy, Yo Soy
Gracias por caminar conmigo este tramo del Alma.

